Votos de esta noticia x
Votos a favor: 2
Denuncias: 0
Votos anónimos: 2
Votos de usuarios: 0
No hay votos
|
||
La Vecchia Signora sólo fue capaz de tumbar muy sobre el final a un Atalanta que lucha por no descender a la Serie B, y además lo ha hecho jugado nuevamente muy mal, exasperando a sus tifosi. Hubo pitos de la gente antes, durante y después del encuentro, aún habiendo ganado, y lo mejor de la tarde fue el gesto de Melo tras anotar el gol decisivo: pidió perdón a los aficionados.
El proceso de descomposición de la Juventus, que parece irreversible, ha hartado ya a sus aficionados. Lo único que se ha salvado de la quema es el escudo, porque los tifosi han explotado contra todos los demás estamentos que tienen que ver con el club y con el equipo. En un ambiente espeso, de reclamo permanente, la Vecchia Signora se ha salvado por los pelos de un nuevo descalabro en esta Serie A, que se está convirtiendo en un calvario para la instituición.
La tarde empezó mal, fatal para la plantilla, que fue recibida por un coro de gritos, insultos y lanzamiento de huevos por parte de los tifosi cuando el equipo llegó al estadio desde la concentración. Algún exaltado llegó incluso a romper las barreras de seguridad y dar un empujón por la espalda al defensa Zebina, uno de los jugadores más criticados y centro de las iras de los hinchas.
Ya dentro del campo, el asunto no fue mucho mejor. La Juve arrancó dormida, jugando con los oídos puestos en los pitos y los murmullos que caían desde la grada, y el Atalanta se aprovechó de esta situación para pintarle la cara. Entre Nicola Amoruso, el Tanque Tribocchi y el chileno Valdés le hicieron un roto a la lenta y pesada defensa bianconera, donde Cannavaro y Zebina han vuelto a fallar.
Pero el problema del Atalanta es que no supo aprovechar sus oportunidades. En cambio, en su único lanzamiento entre los tres palos del primer tiempo, la Juventus sí que anotó. Y fue un hermoso gol de Alex Del Piero... gracias a un libre directo. En eso, en la bola quieta, hay pocos en el mundo como Pinturicchio. Su golpeo, exquisito, parecía irse fuera pero el balón hizo una curva asombrosa y entró por la escuadra de Consigli (m.30).
En el once de la Juve, en tanto, sorprendió ver a Candreva una vez más fuera de su posición habitual (Zaccheroni le hace jugar muy lejos del área, limitando su aportación ofensiva), y el único que mostró empuje y criterio en el primer tiempo fue David Trezeguet. Pero no le llegaba un solo balón en condiciones.
Para colmo, el Atalanta igualó justo al filo del descanso, con una buena resolución de Amoruso entrando solo por el medio de la defensa para batir por bajo a Manninger, y el coro de pitos que despidió al equipo tras el primer tiempo fue de escándalo.
Sólo pudo atenuarse este clima, en cierta medida, cuando Zaccheroni comenzó a meter cambios tratando de espolear al equipo. En el primer acto, Giovinco había reemplazado a Diego -que fue de más a menos en el partido y además se marchó lesionado-, y más tarde los ingresos de Felipe Melo y Amauri acabarían siendo determinantes.
Antes de ello, el Atalanta desaprovechó algunas ocasiones, por parte de Ferreira, Padoin y Amoruso, y el técnico Bortolo Mutti no supo cómo administrar su banquillo. No se dio cuenta cómo la Juve empezaba a remontar el partido -especialmente con Amauri-, y cuando quiso reaccionar ya era tarde.
Porque tras un par de insinuaciones de Amauri y un cabezazo de Cannavaro que se marchó alto por poco, llegó el momento TOP de la tarde: centro de Del Piero, cabezazo bestial de Felipe Melo entrando por el palo largo de Consigli y un gol clave que generó una reacción tan sorprendente como espectacular por parte del brasileño: pidió perdón a los hinchas, y luego les aplaudió. Un gesto pacificador en plena guerra, un ejemplo que la afición sabrá interpretar positivamente.
La Juve acabó salvando los tres puntos a siete minutos del final con ese gol de Melo, pero aún así los hinchas despidieron al equipo que pitos y broncas repartidas. El sueño de entrar a Champions sigue estando muy comprometido, porque el Nápoles no ha pinchado y la Sampdoria, pese a igualar, se mantiene al acecho de esa cotizada cuarta plaza que de momento pertenece al Palermo. Habrá más sufrimiento para la Vecchia Signora.