«Ojalá el partido ante el Leganés cambie las cosas»

Deslumbrante en pretemporada, inédito en competición, el caso de Josep Señé (Tarrasa, Barcelona, 1991) se había convertido en un asunto extraño. La afición esperaba ávida la oportunidad de comprobar cómo se las gastaba el canterano del Madrid. Tras semanas de espera, Señé no desaprovechó su oportunidad. Una actuación convincente coronada con un gol repleto de clase le sirvieron para convertirse en el mejor jugador azul sobre el terreno de juego. Pero el catalán no se detiene. La actuación tiene que ser un punto de inflexión en su nueva situación.

-Cómo cambia el fútbol en cuestión de una semana.
-Sí, pero lo importante es mantener los pies en la tierra. Es solamente un partido, lo tengo claro. Esto es muy largo, una carrera de fondo, pero ojalá que este partido cambie las cosas.

-¿Cómo vivió la semana previa a su estreno?
-Como el resto de semanas, no vi nada especial porque Busto estuviera con gripe. En mi posición estaba jugando Manu, pero hay varios jugadores que podemos ocupar ese puesto. Fue pasando la semana y vi que crecían mis posibilidades.

-¿Cuándo supo que será titular?
-Durante la semana las sensaciones eran buenas, veía señales que me decían que podía jugar. Pero hasta que no supe la alineación no lo sabía con seguridad. Sarriugarte me pidió que estuviera tranquilo y que jugara como sé. Los compañeros me arroparon. El que más me apoyó fue Cervero. Me dijo que hiciera lo que sabía.

-El gol terminó de darle la confianza necesaria.
-Owona se internó por la banda y me dio en el centro. Me la llevé de un defensor a trompicones y cuando parecía que me iba a caer le pegué con la zurda. Salió perfecto.

-Y se fue directo hacia la pancarta que rezaba «Señé titular».
-Son los amigos de la Facultad de Derecho. Estoy todos los días con ellos y me apoyan. Me dijeron que iba a ser mi día y que marcaría y que, cuando lo hiciera, fuera a celebrarlo con ellos. Cumplí mi palabra.

-El suyo es un caso curioso. La gente apenas le ha visto jugar pero le tiene en gran estima y le reclama en el campo. ¿Lo nota?
-Sí, sobre todo a través de las redes sociales. Desde que llegué la afición se ha volcado con mensajes de apoyo. Se agradece un montón.

-¿Llega uno a desesperarse después de tanto tiempo sin entrar en la convocatoria?
-Sí, llega un momento que uno se desespera. Después de haber cuajado una buena pretemporada no me veía dentro del equipo en ningún momento. Pero sólo tenía una solución: trabajar.

-¿Habla con el cuerpo técnico para saber qué pasa?
-No hablaba con nadie, pero la gente del equipo me decía que estuviera tranquilo porque llegaría mi oportunidad. Nunca lo di por perdido. Por suerte salió bien.

-Conducción de balón elegante, la cabeza siempre levantada, buena planta? ¿Cuántas veces le han dicho que, salvando las distancias, tiene un aire a Kaká?
-Alguna vez sí que me lo han comentado. Es un referente para mí. Me fijo mucho en sus movimientos cuando juega. Agradezco esa comparación, pero es muy exagerada.

-Un catalán es las categorías inferiores del Madrid no debe ser algo habitual.
-Se lleva bien. En Valdebebas siempre me trataron de una manera estupenda.

-El año pasado se entrenó varias veces con el primer equipo del Madrid. ¿Cómo es Mourinho en las distancias cortas?
-Muy trabajador, lo tiene todo preparado de una forma increíble. Es muy meticuloso. Parece que hace un papel ante los medios pero de puertas para dentro es muy diferente. Sabe llevar un vestuario de una manera estupenda.

-¿Es de los idealistas que sueñan con debutar algún día en el Bernabeu o de los realistas que saben lo complicado que resulta ese camino?
-Todo jugador de la cantera del Madrid tiene el sueño de debutar en el Bernabeu. Es muy complicado, pero ese sueño siempre se mantiene.