Mourinho gana y varían las fechas de los Clásicos

Mourinho fue el gran triunfador de la Asamblea General de la Federación. Primero porque se atendió su queja de que el segundo partido de los Clásicos, los Madrid-Barça, se disputara siempre al final de Liga, justo cuando se deciden los títulos de Liga y de Champions y que, como en las dos últimas temporadas, resultó incómodo al solaparse entre los dos partidos de la semifinales de la Champions.

La segunda razón por la que Mourinho salió victorioso fue por el indulto de Villar, también a Tito Vilanova, tras el castigo por el incidente del dedo en el ojo de la pasada Supercopa.

Mourinho ganó desde la distancia, pero sobre todo desde la razón. Tras ser eliminado en abril de la Champions por el Bayern, en los penaltis, el técnico ya hizo público su malestar. 'La final de la Champions la van a jugar el quinto del fútbol inglés (Chelsea) y el segundo a 10 puntos en Alemania (Bayern), que jugaron con sus suplentes el pasado fin de semana, mientras que Madrid y Barça jugaron el partido del año', en referencia al 1-2 del Camp Nou que sentenció la Liga.

Aquella explicación con lógico argumento ha sido valorada positivamente y en 2013 el segundo partido de los Clásicos se jugará el 3 de marzo. La última vez que se disputó tan pronto fue hace 12 años. Esa fecha está muy alejada de la zona caliente de la temporada, no molesta. Es la fecha más tranquila del calendario español (comprobar en gráfico de la página 5). Justo la semana anterior no hay ninguna competición, ni nacional ni internacional, y sólo días después se disputará la vuelta de los octavos de final de la Champions, nada que ver con la exigencia de unas semifinales y eliminatoria en la que precisamente no se pueden enfrentar equipos de un mismo país, por lo que sería imposible otro Madrid-Barça en breve.

Aposta.
No es casualidad que en 10 de los últimos 11 años el segundo partido de los Clásicos se haya disputado en el sprint final de la Liga. Queda reflejado al comprobar la secuencia del número de jornada en la que se disputó la vuelta de los Clásicos en los últimos 11 años: 35-32-31-34-36-26-31-31-34-30 y 30.

En realidad, el orden de los partidos de los dos grandes se realiza a la inversa, de delante hacia atrás. Se entiende que el segundo partido entre los dos es el más decisivo para el título de Liga y, por lo tanto, el que más audiencia registrará de todo el campeonato.

En base a ello, la elección de la fecha se regía por unos principios: no podía caer en las tres últimas jornadas por el riesgo de que si la Liga ya estuviese decidida el partido por excelencia ya no tendría interés. Tampoco debía jugarse antes de las siete primeras jornadas porque entonces se jugaría demasiado pronto y no tendría gran incidencia en el devenir del campeonato. Además, se intenta que no coincida con Navidad, ni en Semana Santa y a ser posible tampoco en el puente de mayo. La razón: en vacaciones, la audiencia es menor.

Mourinho llevaba razón y le parece bien hasta al Barça, como ayer dijo Freixa. 'Es mejor que no se jueguen más adelante. El Clásico es un partido de altísima competitividad y mejor que no coincida con otros que también lo son'.